Uno de los elementos más importantes que mejoran la cultura de la seguridad física en una instalación radiactiva es sin duda la ejecución de un programa de capacitación que considere diferentes niveles de profundidad e incluya a todo el personal de la instalación y no solo a aquellos que tienen que ver directamente con la seguridad de los materiales radiactivos.
La capacitación debe estar enfocada en diferentes niveles de acuerdo a las funciones que el personal desempeñe dentro de la organización, y de si estas tienen relación con el empleo de los materiales radiactivos o las zonas donde este se almacena.
Una creencia importante a ser reproducida dentro de la cultura organizacional de la instalación es que la seguridad es responsabilidad de todos. Es en este sentido que todo el personal, incluyendo aquel que no tiene relación con el material radiactivo, tales como el personal administrativo, los propios guardias de seguridad de la instalación o incluso personal que interactúa regularmente con la instalación, deberían contar con una capacitación básica en seguridad con el fin de aumentar el nivel de conciencia sobre temas como la amenaza y la necesidad de proteger los material radiactivos, además de los requisitos legales y particulares de seguridad. También deben entender a nivel general como funciona el sistema de seguridad física y sus alarmas, así como la organización de seguridad de la instalación. Adicionalmente también deberían entender y reconocer su rol en procedimientos operativos que les sean relevantes, como por ejemplo el procedimiento de control de acceso.
Estas temáticas tienen el propósito de informar y sensibilizar, y pueden ser presentadas con una periodicidad anual. Comprender la prioridad que se le deben dar a la seguridad de los materiales radiactivos y manejar la misma terminología de seguridad en la organización, son sin duda componentes fundamentales de una cultura de seguridad sólida.
